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El Cañón de Rio Lobos, con unos 14 kilómetros de longitud, constituye uno de los más bellos ejemplos de desfiladero calizo de nuestro país. Su inicio se encuentra en el límite de Burgos y Soria, en las sierras que separan la Cordillera Ibérica y la meseta del Duero. Las escarpadas paredes del cañón llegan a alcanzar los 100 metros de altura. En el año 1985 se declaró Parque Natural y fueron protegidas 10.176 Ha. donde se incluía, por supuesto el cañón de origen kárstico. Sus verticales paredes calizas han sido esculpidas por fenómenos erosivos, dando lugar a unas bellas y caprichosas formas de relieve. También son relevantes los procesos de disolución de la roca que provocan hundimientos del lecho al ceder el techo de las grutas subterráneas, dando lugar a relieves cóncavos o lermas. Es una zona de especial interés turístico por el gran número de rutas que pueden realizarse, desde senderos señalizados hasta cuevas o simas que pueden ser visitadas.