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El Parque Natural de Guara, situado en la provincia de Huesca ocupa unos 474,5 km2 y fue declarado como tal el 21 de enero de 1991. Su interés reside en el imponente paisaje generado a lo largo del tiempo por la acción del agua, ya que la sierra se ve surcada por cuatro ríos, el Flumen, el Guatizalema, el Alcanadre y el Vero, los cuales, a su paso, dejan peculiares formas geológicas como dolinas, grutas, simas y espectaculares cañones propicios para la práctica de barranquismo. Pero hay otros valores por los que se dotó de tal protección a la Sierra de Guara, como la abundancia de bosques de carácter mediterráneo, que se alternan con los pastizales, y el entorno de la cima más elevada del Parque, el Tozal de Guara con 2.077 metros de altura, así como ciertos reductos de bosques de carácter atlántico que quedan. Hay que destacar también que la Sierra de Guara es una de las zonas protegidas más importantes de Europa como reserva de aves rupícolas, todas aquellas que anidan en roquedos inabordables.